martes, 23 de octubre de 2012

Yesterday...

Ayer no amaneció. Una densa, húmeda y obstinada niebla se instaló en derredor y secuestró el amanecer. Así que el sol tuvo que salir tarde, despacio y sin la fascinante escenografía de luz y color a la que me tiene acostumbrada. No obstante y desechando la idea de quedarme camuflada entre las flores de mi edredón, salí a caminar como cada mañana, a despejar cuerpo, mente y espíritu…y ahuyentar así a los dementores que pretenden empañarme los días de esta era de ignominias…Como intuí que tras la blanquecina y espesa nube se ocultaban además de los habitantes habituales (elfos, duendes, hadas y brujas, gnomos, troles y demás parientes) algún premio a mi osadía de caminante impenitente, rescaté mi cámara de fotos que se ha vuelto a instalar en mi mochilita. Y vaya si había premio…que las plantas que moran en “mi senda de paz” se habían puesto guapas aprovechando las preciosas gotitas que tan desapercibidas pasan en la niebla. Así que mi paseo de ayer fue muy concurrido pues no paré de admirar los preciosos tocados de perlas de agua que encontraba a cada paso. Aquí comparto algunas instantáneas de mi paso por la nebulosa matinal de mi lunes sin sol. Namasté.






 

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