miércoles, 18 de enero de 2012

La Perfección Mágica.

Ayer, mientras realizaba una tarea doméstica tan vulgar como tender la ropa, recibí un regalo precioso. Asistí a la danza de una bandada de cigüeñas de paso por mi pueblo. Me pareció increíble la sincronicidad de tantos individuos, fascinante la elegante oscilación que imprimían sobre un cielo azul maravilloso. No pude por menos que abandonar mi ropa, correr a por la cámara de fotos y deleitarme en la contemplación de semejante milagro. Adiós amigas cigüeñas, gracias y espero que volváis por aquí pronto y me obsequiéis con vuestro espectacular baile.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario