jueves, 11 de julio de 2013

11.07.12…Siguiendo un impulso I…

Hace un año me levanté como un cohete (ja, ja como un volador dirían ellos, creo) y me puse en marcha con un propósito…bajar a Madrid a acompañar a la Marcha Negra en su recta final hacia el Ministerio de Industria. Había seguido la fatigosa andadura de toda la familia minera desde que empezaron las huelgas, las reivindicaciones…No olvidaré las barricadas, antidisturbios entrando en pueblos o cargando en los prados, gente encerrándose en los pozos…como si el tiempo se hubiera detenido y todo volviera a repetirse una vez más en las cuencas. Poco a poco muchos ciudadanos abrazamos la causa minera como algo nuestro, como si fueran los mineros las primeras líneas de una infantería tras la que caminar y así no alejarnos del camino que nos lleve a terminar con tantas ignominias…Ya sé que a la explotación del carbón se la quiere liquidar pues se argumenta que ya no es rentable. Estoy de acuerdo con los ecologistas en que hay que seguir defendiendo un medio ambiente limpio y sostenible, y que las emisiones por combustión de carbón parece ser que no ayudan. Pero considero ABERRANTE que se paralicen las explotaciones carboníferas nacionales mientras le pasan camiones con carbón colombiano por las narices a los mineros, o que no se cumplan sus acuerdos firmados con el ministerio y, en fin, que se deje con el culo al aire a tanta gente y se dejen morir las cuencas cerrando minas sin aportar soluciones. Me es indiferente quién se quede tirado y sin perspectivas o sin futuro, somos todos TRABAJADORES al fin y al cabo. No se puede desterrar a la gente dentro de su propia tierra. Bueno pues volviendo a aquel 11 de julio… Me supo mal no enterarme a tiempo de que la columna de mineros aragoneses se había alojado en mi pueblo y no pude ir a recibirlos ni a despedirlos. Y aunque bajar a Madrid le suponía un trastorno a mi monedero (el paro ha “asesinado” mi economía) pues me lié la manta a la cabeza, me vestí de negro carbón, agarré mi inseparable cámara y a seguir la Marcha Negra...Según me bajé del tren y empecé a caminar se me quitaron todas las penas de golpe…Aún siento la intensa emoción de compartir el mismo propósito, las mismas reivindicaciones, el mismo calor…todos cantando el Santa Bárbara como si nos lo supiéramos de siempre (por cierto, me estoy aprendiendo el Grandola Vilamorena también). La unión de tantas voces ciudadanas clamando justicia, clamando por el derecho a vivir dignamente…Allí conseguí mi primera camiseta minera, negra como la bocamina. Allí me harté de oír petardos y el famoso ¡Fuueeegoooooo!!!!, expresión que ya he hecho mía. Allí desgraciadamente tuve que recordar viejos tiempos de correr como un galgo para esquivar los golpes de los antidisturbios, que hicieron una carga a lo Atila y los hunos…sin miramientos. Me dolió especialmente ver a abuelos apretando el paso para evitar empujones o golpes, después de un largo viaje…después de una larga vida deslomándose…Aquel día pasó, seguimos en las mismas a día de hoy, pero de aquello quedaron muy gratos recuerdos y unas fotos chulísimas. Y después, cosas del destino, los de las fotos chulísimas de aquella Marcha Negra de aquel 11 de julio han ido haciéndose huequitos en mi vida y llenando este blog de historias. Primero apareció, curiosamente, un minero aragonés de la columna que pernoctó en mi pueblo donde fueron bien agasajados (dice él). Este hombre me presentó a los de León…conocí a las Mujeres del Carbón…y a través de ellas llegué a los de Asturias. Conseguí mi segunda camiseta minera…esta de solera y enjundia dice así…”Mi sangre es negra, mi herencia minera”. Y aunque mi sangre es roja y mi herencia de jornaleros andaluces, voy fardando con mi camiseta de Ciñera porque siento a esta gran familia como mía…y hasta donde nos lleguen las fuerzas y los ovarios, seguiremos tejiendo lazos y apoyos para formar parte de las legiones vikingas que expulsarán a Injusticia e Ignominia de nuestras vidas…
PD: Sólo le pido una cosa a esta familia…que pase lo que pase no se rindan. Porque si se rinden ellos me rindo yo. Si pierden la esperanza ya no me quedará nadie fuerte en quien apoyarme y mi esperanza se irá corriendo de mi lado. Como dicen ellos…”Dame tira compañero.” Pues eso ¡dadme tira compañeros, que me hace mucha falta! Gracias Jefe Álvaro por presentarme a tu “Negra Familia”.

Por cierto, el sábado 13 de julio volvemos a reunirnos todos en Madrid. Y como dice María Hernán, mujer de las cuencas…”Voy el día 13 porque en Madrid nos han quitado mucho los de arriba, pero nos han dado mucho los de abajo, el Madrid obrero, el Madrid que sale a la calle.”

A.D.A. 11.07.12
Parte de mi familia minera…

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