domingo, 29 de julio de 2012

La Era de los Recortes…


Mientras los de arriba recortan y recortan yo, particularmente me voy encogiendo. Bueno, es mi vida la que realmente se encoge. Aunque mi mundo interior es intenso y activo lo que evita que me deje desfallecer, a cada golpe de tijera mi mundo exterior, extracorpóreo o como quiérase que se llame se reduce irremisiblemente. Nunca he sido especialmente consumista. Siempre he valorado y valoro lo que tenía y tengo. Sigo empeñada en seguir aprendiendo a hacer algo por otros sea de la índole que sea, siempre que les haga sentirse mejor…quizás solo un instante que vale un Potosí.  Y desde un tiempo a esta parte estoy descubriendo la suerte que tengo de tener tanto de lo que puedo desprenderme o prescindir…incluso vender y hacer una hucha de emergencia muy emergencia…(hay un abanico amplísimo de emergencias). En uno de los últimos recortes me he enfrentado a una pregunta que quizás hace tres años no sabía que podría preguntarme…buf¡ y las que vendrán en los próximos meses si Recortilandia y Desempleolandia permanecen acampadas en la entrada de mi “todavía” hogar.  El “dilema” llegó con las subidas de tarifas de todo lo habido y por haber,  la respuesta no se ha demorado ni un segundo ni ha vacilado en mi cerebro…¿pago luz o pago el “pinchito de internet”?.....pago luz por supuesto. A partir de ahora  retomo la peregrinación por bibliotecas de toda índole donde, aún….y doy gracias por ello, hay conexión gratuita para no dejar morir este espacio tan querido para mí.  Esta especie de apartamentito en la playa donde vengo a contar y contarme cosas, a reflexionar, a difundir y a aprender de todos los que me visitan y dejan sus comentarios o publican entradas interesantes en sus espacios virtuales para que me dé una vueltecilla. Algo excitante es no saber a partir de ahora cuándo o dónde encontraré ese enchufe estupendo donde alicatar mi portátil (que aún se empeña en sobrevivir, lo cual le agradezco también) y poder emitir mis crónicas, y además hacerlo rapidito para aprovechar la horita que me corresponda. Hay que espabilarse que esto aún no se ha acabado, y soy consciente de que vendrán nuevas preguntas por el estilo…¿pescao congelao  o latita de sardinas?, ¿me lavo el pelo o me hago un recogido mono?, ¿ceno pronto y así no enciendo la lamparita?...fascinante la variedad de pequeñas encrucijadas que se presentan en el día a día de esta nueva era. Gracias a los que sigáis por ahí, no sabéis la ilusión que me hace ver a mis 11 seguidores, los comentarios de algunas entradas, el contador de visitas…os quiero  (*_*)...Vuelvo en cuanto me "alicate" a un enchufe amigo, municipal, wifis callejeras, ja , ja qué variedad.

Retornos de lo vivo lejano

 

“El mar reproducido que se expande en el muro

con las delineadas islas en breve rosa,
no adivina que el mar verdadero golpea
con su aldabón azul los patios del recreo.”
“...Vamos, descalzos por las rocas, en
los presos olvidos del agua, en sus dorsales
osamentas, sin miedo
contra los insufribles moluscos obstinados. 
Persígueme en las libres afueras de las olas.
Es la edad en que el viento sueña en doblar al viento.
Llévame, ciegamente victoriosa, ceñida
tu cabeza de algas, hacia ondulados
linderos que aureolan los blancos retamares.”
Rafael Alberti

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