lunes, 26 de noviembre de 2012

Algo con substancia.

Ignominia: Del latín ignominĭa. Según la Real Academia de La Lengua: Afrenta pública. No hay más que decir…Hace unos días zappeando por la tele sin encontrar nada que ver escuché de pasada…no sé qué desahucios…¡en T5! yme paré en seco a mirar. Me llamó la atención una de las periodistas porque era ella misma la que estaba siendo entrevistada y a la que le había llegado una orden de desahucio. Me entró estupor y aunque la cadena no me entusiasma, me pegué a escuchar su testimonio. Como no sabía nada de esta mujer busqué por la red algo relacionado con ella y encontré este artículo que parece haber publicado El Mundo, queos dejo por aquí. Las zonas en rojo son palabras que comparto con ella aunque mis circunstancias no son tan dramáticas, pero yo también siento que “No quiero que se rompa la sensación de que si sigo trabajando, si sigo escribiendo, si sigo publicando pasará algo.”…yo no escribo pero sigo publicando, sigo en movimiento también o me muero.
 
Cristina Fallarás | Barcelona: A las 19.40 de este pasado martes sonó el timbre de la puerta. Abrió Lucas (10) y Pepa (4) salió corriendo a ver quién llegaba. Como al día siguiente tocaba huelga y no iban a ir al colegio, tenían ánimo de viernes. -Mamá, es un señor. Por las mañanas, cuando trabajo sola en casa, no suelo abrir la puerta. Las puertas de la mañana siempre abren malas noticias. Pero las ocho menos veinte de la tarde suelen traer amigos o un vecino al que se le ha caído un calcetín. En cuanto enfrento al tipo del rellano sé lo que ha llegado. -Le traigo una comunicación del juzgado. Bajo el brazo derecho lleva un paquetón de folios, calculo que unos 300. Con la izquierda me tiende un papel. -¿Es la orden de desahucio? –pregunto. Llevo ya algún tiempo esperándola, desde que el BBVA me comunicó que si quería saber algo de mi hipoteca me pusiera en contacto con los servicios jurídicos. Cuando una oye en la oficina bancaria "servicios jurídicos" sabe que las cosas han pasado a un lugar en el que se manejan otras palabras, otros términos. Es una sensación similar a la que provocaban "las cosas de los mayores" en la primera adolescencia. Tendrás que vivirlas, vas a oírlas, pero lo esencial se te va a escapar. -Bueno, más o menos –el tipo titubea–. Tiene usted que presentarse en el juzgado y firmarme esto. -¿Y si no lo firmo? -Le va a dar igual. A lo lejos se oyen los primeros petardos, calentando una huelga general que alguna lumbrera, ya me da igual de qué partido, ha calificado de "huelga política", como si hubiera alguna huelga que no lo fuera. Qué sabrán. -Niños, id tirando hacia el salón. Firmo. Total Firmo y agarro el paquetón de folios. Juzgado de Primera Instancia 4 Barcelona. Gran Via de les Corts Catalanes, 111. Procedimiento Ejecución Hipotecaria xxx/2012 Sección 2C. Parte demandante BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA, S.A. Procurador IRENE SOLA SOLE. Parte demandada Cristina Fallarás Sánchez. Me detengo a pensar que el nombre del demandante y de la procuradora están escritos en mayúsculas y el mío, en minúsculas. Qué curioso las cosas que nos llaman la atención cuando la realidad se empina y hace frío. Hay amigos en casa. Dejo el taco de folios sobre la repisa y hablo con ellos de las cosas de la huelga. He publicado un artículo donde enumero las razones –las primeras que me han venido a la cabeza, tengo muchas más— por las que me sumaré. Luego, les paso los folios y me voy a la galería. No quiero que se rompa la sensación que he conservado intacta durante los meses que lleva recorridos mi desahucio –un desahucio es un proceso largo, muy largo, en el que cuando interviene el juez tú ya andas un poco menos recta, esos crujidos por la noche—, la sensación que he guardado bien: no me puede pasar a mí, aunque diga que nos puede pasar a todos, aunque no pueda pagar, aunque esté entre los primeros despidos de la crisis, hace ya cuatro años. No quiero que se rompa la sensación de que si sigo trabajando, si sigo escribiendo, si sigo publicando pasará algo. ¿Qué? Yo qué sé. Cuando empezó todo esto, mis amigos me preguntaban "¿Y qué harás si te desahucian?". Mi respuesta siempre era la misma: No puedo pensar en eso, tengo que seguir adelante, si dejo de pedalear me caigo. Cuando una persona deja de pagar su alquiler o su hipoteca es porque no tiene dinero para hacerlo. Parece de Perogrullo, ¿no? Cuando una persona no tiene dinero para pagar su casa, si se la quitas o si te la da –la dación en pago es una medida rastrera—, ¿dónde crees que puede ir? ¿Crees que alguien le va a alquilar un piso? Y en el lejanísimo caso de que así sea, ¿cómo va a pagarlo (de nuevo)? Me siento en el ordenador de la galería. Creo que todas estas cosas hay que contarlas, como los despidos de embarazadas, como las diferencias de salarios, como cualquier abuso. Creo que hacerlas públicas ayuda a que hayamos llegado a este punto. Miserable, sí, pero punto al fin con información circulando. Así que enciendo el ordenador y, por inercia, me doy un paseo por los periódicos digitales. Leo: Gobierno-PSOE: día y medio con los desahucios sobre la mesa. Gobierno y PSOE se dan un día más para cerrar un acuerdo contra los desahucios. Me sorprende no sentir rabia. La furia con la que he vivido durante los últimos dos años ha dado paso a una sensación de desánimo, vergüenza y soledad. Aquellos a quienes los ciudadanos elegimos para que gestionaran este país no solo no han estado a la altura, sino que han desertado, han dado la espalda a las personas que dependen de ellos, de sus decisiones, de las leyes que dicten. Los unos y los otros, todos. Los ciudadanos españoles ya no creen en el papel de sus políticos. A mí me parece sencillamente que no hay Gobierno y me abruma este país que veo retroceder, con peineta y banqueros, hacia épocas que no recuerdo haber vivido. Termino de escribir esto a las 23.45 de la noche de este martes 14 pasado en el que me llegó la orden de desahucio. Un cuarto de hora antes de que empiece la segunda huelga general del año. Yo estuve ahí. Contra todos ellos. Política, claro.

Gracias Cristina.

Un instante en nuestras vidas…Marcha de Parados 21.07.2012…
¿Para cuándo la próxima?
 
 
 
 
 
Y me llegó este escrito atribuido a Arturo Pérez Reverte, que aunque no sé  fehacientemente  si es de su puño y letra  a mi SI ME REPRESENTA.
Parece que Arturo Pérez-Reverte se desahogó ayer en Twitter y se quedó a gusto. La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias y bajas, expoliadas. Y el disparate administrativo-político-autonómico, ni tocarlo. A ver si lo he entendido, señor presidente… Hasta por morirme debo pagar un 21 %…A ver si lo entiendo. Insisto. Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente. ¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)?. ¿Para qué sirven 350 diputados y 54 eurodiputados? ¿Nos apañaríamos peor de lo que estamos con la mitad? ¿Me lo dice en serio? ¿Para qué sirven 74.000 alcaldes y concejales, cada cual con su paquete adosado de asesores de ambos sexos y sexas? Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores…¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes? ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come? Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad… Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras..En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sanguijuelas y sanguijuelas se la endiñe a las familias y no a ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? · ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente? A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público. ·El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras. Treinta años engordándolos con nuestras imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía…Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos.. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes..Impunes, todos. Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, “voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición” · “Me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario”. · “Voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible” · “Aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla”. · “Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo”.Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el Pesoe lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible. Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente. Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles. Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí. Lo escribía el poeta Cavafis en “Esperando a los bárbaros”. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan. Recristo. Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente.Lola acaba de abrir el bar. Esta noche me emborracho. Como Gardel en el tango.

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