domingo, 25 de septiembre de 2022

Milagros y Misterios…

Pronto hará un año que volví a mi profesión de curadora de obras de arte. Casi lo daba por imposible mientras me dedicaba a otros nobles oficios. Pero sucedió, y retomé la vida nómada de iglesia en iglesia, de obra en obra...la incertidumbre y la curiosidad aliadas en cada nuevo comienzo, la ilusión de poder restaurar piezas soñadas. La sensación de tener todos los sentidos activos para empaparme de policromías, dorados, plateados, volúmenes, estructuras….y también me reencontré con el cansancio de madrugones, andamios donde somos contorsionistas y ojos cansados de tanto mirar y mirar. Pero todo vale mucho la pena porque es lo que sé hacer y lo que contribuyo a proteger el patrimonio de todos...gracias por esta oportunidad que me han dado.

Niño Jesús “pasionario” S. XVIII.


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