jueves, 15 de noviembre de 2018

Un rayo de Sol…Ohhh, Ohhh, Ohhh…

Aunque me empecino en pensar que los sueños no se cumplen nunca y que son una pérdida de tiempo que acaban “como el cuento de la lechera”…Pues resulta que a veces son tozudos y se cumplen a pesar de los pesares. Uno que se cumplió antes incluso de olvidarlo en un cajón fue “El de tener frente a mi ventana una hermosa hilera de árboles”, creciendo rotundos y ocultando poco a poco las vías del tren. (Igual rescato el sueño de ver crecer un bosque justo detrás de las mismas vías por si se cumple, hay ya algunos árboles, que han decidido intentarlo de motu proprio justo frente a la susodicha ventana. Lo que les agradezco de corazón por su valentía y considerándolos ya parte de mi familia). Otro de mis sueños, aparcado en el fondo del cajón desde que osó pasar por mi mente, era encontrar alguna forma de inculcar a la gente, a la comunidad, a todos los vecinos de todos lados Urbanidad, Respeto, Convivencia y Empatía. Lo desdeñé desde el principio por parecerme completamente inviable viendo el panorama de ruidos, golpes, voces, portazos, músicas, martillazos, etc. a cualquier hora de cualquier día. Y hete aquí, que una iniciativa del ayuntamiento de una ciudad modesta, medio ciudad-dormitorio, en crecimiento constante, absorbiendo diversidad e intentando no quedarse rezagada y dejar de ser dormitorio para convertirse en hogar: pues  deja en el buzón un folleto que me ha cautivado. Cuántas veces no hubiera escrito e ilustrado yo misma estos párrafos que, a continuación, comparto. Sólo espero que este sueño sea lo suficientemente tozudo como para hacer que estas ideas sean comprendidas, aceptadas y realizadas en aras de beneficiar la convivencia de tod@s en este nuestro planeta. Gracias.


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