miércoles, 18 de septiembre de 2013

¡Por los clavos de Cristo…!

¡Por los clavos de Cristo…! Son las primeras palabras que me han estallado en la mente esta mañana escuchando la radio…Hablaba una mujer de su situación, que ya no es que fuera precaria…era extrema, de vida o muerte. Enferma de cáncer, es decir alguien que no puede trabajar, a punto de agotar la renta mínima de inserción pues ya no tenía ni prestación ni subsidio por desempleo. Lo que se traduce en que al agotarse el derecho a recibir la renta y no constar como desempleada ha de pagarse la medicación que le quite o mitigue los dolores de su enfermedad…que deben ser insufribles. Y me ha impresionado profundamente su testimonio sereno, de alguien que sabe que su muerte está ahí y que tan sólo pide poder conseguir los medicamentos que alivien su infierno particular. Y qué decir de los críos que, afortunadamente, desayunan y hasta comen (algunos de extranjis) en tantos colegios. O de los médicos objetores de todo lo que va contra su juramento y te atienden igualmente. O de los mayores asistidos por voluntarios…de las redes de trueques y solidaridad entre ciudadanos. Y  me quejo yo de la dejadez en la que me mantiene el Estado, como “ciudadana amortizada”  ya que  pagas impuestos, te eternizas en el desempleo pues del Inem no recibes más que el sellado de la tarjeta; no recibes prestación alguna - gracias que algunos tenemos familia y buenos amigos; a veces incluso te quedas sin asistencia sanitaria – no hace falta ser un “sin papeles”, los españolitos también padecemos esta pandemia hasta que te enteras de que te tienes que dar de alta en lo que fue la antigua cartilla de indigentes; etc., etc. En fin, que tengo el tesoro más preciado que una pueda tener…SALUD… Salud para seguir buscando trabajo incansablemente. Salud para trabajar cuando encuentras algo aunque te eches 12 horas de curro a la chepa, ya descansarás y te recuperarás…porque tienes salud…Salud para hacerte eco de todo este socialcidio que estamos presenciando y padeciendo (hoy se “suicidó” otra vecina por otro impago ridículo). Salud para denunciarlo desde este modesto rincón. Salud para salir a la calle a gritarlo a los cuatro vientos con todos los ciudadanos que siguen pensando como yo, que SI SE PUEDE, todos juntos…aunque seamos cuatro gatos y miles de policías. Salud para seguir luchando por lograr pasar esta página que tantos epitafios va a dejarnos de recuerdo. ¡Por los clavos de Cristo, esto parece una posguerra sin contienda previa! ¿Hasta cuándo se va a callar esa mayoría silenciosa que algunos políticos asumen como sus huestes, cual si fuese el nefasto y feudal derecho de pernada?...”Calláis, luego sois míos”…¿Hemos de entonar un réquiem por el pueblo español, antes muerto que expresado?
Va por Ustedes Compañeros, por todas aquellas personas que no pueden defenderse…
Como dicen en mi familia minera…
¡¡¡ALIENDA Y SIN REBLAR!!!
A.D.A 2013

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