jueves, 26 de diciembre de 2019

Cumbres borrascosas...


Clima, Cambio Climático, Crisis Climática, Cumbre del Clima, Efecto Invernadero, Black Friday…y demás especies invasoras.
No hace mucho se gestó una imprevista cumbre del clima. Todas las instituciones revolucionadas. Despliegue de medios inaudito. Despliegue de eficiencia-eficacia-efectividad para albergar un evento de postín y ofrecernos al mundo como lo más y mejor para organizar cumbres climáticas, los más y mejores ecologistas del planeta. Muy y mucho ecologistas. Y venga, contrarreloj sacamos un montón de dinero, de personal, de alojamientos, actividades, propuestas…olé por los organizadores.
Y venga dignidad por todos lados. Y venga caritas de preocupación. Y venga conferencias, coloquios, performances, eventos, documentos, fotos. Y venga y venga.
Un montón de delegados, asociaciones, medios de comunicación, asistentes y gentes de bien con sus bonitas acreditaciones yendo de acá para allá circunspectos, pareciendo que estamos haciendo algo grande.
Y al final, lo de siempre…
Un montón de señoras y señores que se pasan unos estupendos días de vacaciones. Otro montón de señoras y señores dejando que los soñadores crean y creen, para después pararles en seco porque no están dispuestos a perder ni un dólar en el intento, así que se muera medio planeta. Y otro montón de maravillosos jóvenes erigiéndose en paladines de la nueva era suponiendo a los mayores una culpabilidad más que cuestionable, porque yo no me doy por aludida. Y en medio de todo esto, personas sencillas, que viven abrazados a la madre tierra que les da cobijo y alimento, deseando y necesitando que alguien les escuche de verdad y se dejen de hacer fotos con ellos como si fueran raras avis en extinción que portan un maravilloso tocado de plumas de su casa, la selva.
Y ves a políticos anfitriones dándoselas de verde que te quiero verde, cuando hace dos días vomitaban soflamas a favor de negacionismo más rancio sobre la realidad del deterioro del clima. Y ves brillarle los afilados dientes de oro a representantes de países que no piensan firmar ningún acuerdo, ni mover una pestaña por mejorar un ápice la vida de sus ciudadanos…
Money makes the World go all round 
Y te preguntas….¿Cómo es posible que nos hayamos gastado…x…millones de euros en una cumbre estéril y baldía? ¿Cómo es posible que nos hayamos tragado tanta  impostura e hipocresía?
Money makes the World go all round
Pero si es todo  mucho más sencillo. El cuidado de nuestra Madre Tierra empieza en uno mismo. Empieza en lo que comemos, en la ropa que usamos, en cómo cuidamos nuestra salud, en cómo creamos nuestros hogares, en lo que hay en ellos, en la forma de consumo y en lo que consumimos, en los residuos que generamos, en como participamos en nuestra comunidad, en cómo exigimos a nuestros representantes electos una calidad de vida compatible con el cuidado del entorno que nos envuelve y el aire que respiramos, en el respeto a la vida digna de todos los seres del planeta. 

El cuidado de nuestra Madre Tierra empieza en la educación doméstica con nuestros padres y nuestros abuelos, con la consciencia de la responsabilidad que tenemos cada uno, dando valor a la tierra que nos alberga, respetando el lugar maravilloso al que pertenecemos como especie…
Amando. Amando esa tierra firme que sustenta nuestros pies. Amando el agua que cae del cielo como un manjar de dioses que hacer florecer la vida. Amando el aire que respiramos y nos da la esencia para que nuestro corazón siga latiendo. Amando los frutos que nos alimentan. Amando a todos los seres que nos acompañan por tierra, mar y aire en este viaje. Amando las estrellas que se asoman cada noche a nuestros ojos. Amando esos mares rugientes que nos llenan de energía. Amando esos ríos que nos cantan al oído melodías indescifrables. Amando esos bosques que se mecen con el viento en delicadas danzas tribales…
No necesitamos más cumbres que las de las grandes cordilleras montañosas, eternamente nevadas. Necesitamos Respeto, Cordura, Empatía, Generosidad, primero hacia nosotros mismos y después hacia todos y todo lo que nos rodea.

Sólo agradecer desde el corazón a todos los soñadores soñados, guerreros de luz, hadas de las hojas, elfos de los bosques, ninfas de las aguas, duendes de los vientos, indígenas de las selvas, y urbanitas con alma, que estén  y me lleven de la mano transitando por la vida instruyéndome en la magia del Planeta Azul, mi casa.
Aquí hay sitio para todos, todos somos responsables y todos somos afectados, la unión hace la fuerza y aquí  hay una inmensa cantidad de manos que unir para impulsar los vientos del cambio. Del cambio hacia un planeta sano.
Gracias


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