Cierto día, viendo la serie americana
The Big Bang Theory me sorprendió una escena que me resultó increíblemente
surrealista. El Dr. Sheldom Cooper y su novia la Dra. Amy Farrah Fowler
presentaban por intenet su programa “Diversión con Banderas”, donde explicaban
cada día la bandera de un país. A bote pronto me pareció el colmo del
aburrimiento, y un bodrio engendrado por dos supercerebros cansados de tanta
intensidad investigadora. A la par que iba aficionándome a ver de vez en cuando
algunos capítulos de estos aparentes locos inteligentísimos, comencé a buscarle
el punto interesante a “Diversión con Banderas”. Confieso que ver a la
superneurocientífica embelesada, dándolo todo para hacer un programa
interesante a sus videovidentes y compartir semejante honor con su amado
Sheldom, me conmueve…Lo cierto es que no soy fan de esta serie pero sí que me
aporta momentos de tranquilidad y sonrisa a ratos.
Y últimamente se me viene mucho a la
mente el tema Banderas, pero sin diversión. Entiendo que un trozo de tela con
unos colores y unos símbolos determinados sean el distintivo de una tierra.
Entiendo que esos colores representen a un pueblo, a una cultura, a una raza.
Entiendo que un pueblo se sienta orgulloso ondeando los símbolos de lo que
representa su mundo. La Cultura de cada uno
es un tesoro a guardar para transmitir a las generaciones venideras y
que no se olvide de dónde venimos. La
Cultura es un tesoro para compartir y así enriquecer a otros pueblos, que a su
vez ofrecen y enriquecen el tuyo. La Cultura es un ente que evolucionando de
forma sana, honesta y transparente puede unir, tender puentes, y sanar las
infecciones que provocan tantas fronteras llenas de suturas que resisten a base
de violencia y fuego.
Por lo visto las Banderas también
sirven para ofender. Las puedes quemar, las puedes pisotear, escupir, arrearle
con las chanclas, limpiarte el trasero con ellas y así hacerle saber a los
paladines de esos colores que desprecias su cultura, su tierra, y si se tercia
también su vida. Ver en las calles a “personas” zurrarse hasta matarse por
ostentar diferentes colores para defender a su equipo deportivo pone los pelos
de punta. Ver a personas morir tiroteadas envueltas en sus banderas para
defender su tierra y la vida de l@s suy@s, que son los de todos, hace que duela el corazón. Me resisto a pensar que pertenezco
a una especie mortífera cuando existen seres humanos tan íntegros que te dan su
sangre y hasta su vida altruistamente. Pero sinceramente no sé cómo puedes
volverte a casa tan pancho después de haber
hecho todo lo posible para que aquell@s, que aun siendo parte de ti mism@, se sientan despreciados,
amenazados, vejados o sean asesinados.
Gracias
Dr. Cooper y Dra. Farrah Fowler por obsequiarme con un punto de vista
diferente…aunque los seguidores de su programa no se prodiguen mucho…
A.D.A. 1980
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