sábado, 13 de octubre de 2018

Diversión con Banderas…

Cierto día, viendo la serie americana The Big Bang Theory me sorprendió una escena que me resultó increíblemente surrealista. El Dr. Sheldom Cooper y su novia la Dra. Amy Farrah Fowler presentaban por intenet su programa “Diversión con Banderas”, donde explicaban cada día la bandera de un país. A bote pronto me pareció el colmo del aburrimiento, y un bodrio engendrado por dos supercerebros cansados de tanta intensidad investigadora. A la par que iba aficionándome a ver de vez en cuando algunos capítulos de estos aparentes locos inteligentísimos, comencé a buscarle el punto interesante a “Diversión con Banderas”. Confieso que ver a la superneurocientífica embelesada, dándolo todo para hacer un programa interesante a sus videovidentes y compartir semejante honor con su amado Sheldom, me conmueve…Lo cierto es que no soy fan de esta serie pero sí que me aporta momentos de tranquilidad y sonrisa a ratos.

Y últimamente se me viene mucho a la mente el tema Banderas, pero sin diversión. Entiendo que un trozo de tela con unos colores y unos símbolos determinados sean el distintivo de una tierra. Entiendo que esos colores representen a un pueblo, a una cultura, a una raza. Entiendo que un pueblo se sienta orgulloso ondeando los símbolos de lo que representa su mundo. La Cultura de cada uno  es un tesoro a guardar para transmitir a las generaciones venideras y que  no se olvide de dónde venimos. La Cultura es un tesoro para compartir y así enriquecer a otros pueblos, que a su vez ofrecen y enriquecen el tuyo. La Cultura es un ente que evolucionando de forma sana, honesta y transparente puede unir, tender puentes, y sanar las infecciones que provocan tantas fronteras llenas de suturas que resisten a base de violencia y fuego.

Por lo visto las Banderas también sirven para ofender. Las puedes quemar, las puedes pisotear, escupir, arrearle con las chanclas, limpiarte el trasero con ellas y así hacerle saber a los paladines de esos colores que desprecias su cultura, su tierra, y si se tercia también su vida. Ver en las calles a “personas” zurrarse hasta matarse por ostentar diferentes colores para defender a su equipo deportivo pone los pelos de punta. Ver a personas morir tiroteadas envueltas en sus banderas para defender su tierra y la vida de l@s suy@s, que son los de todos, hace que  duela el corazón. Me resisto a pensar que pertenezco a una especie mortífera cuando existen seres humanos tan íntegros que te dan su sangre y hasta su vida altruistamente. Pero sinceramente no sé cómo puedes volverte a casa tan pancho después de haber  hecho todo lo posible para que aquell@s, que aun siendo parte de  ti mism@, se sientan despreciados, amenazados, vejados o sean asesinados.

Gracias Dr. Cooper y Dra. Farrah Fowler por obsequiarme con un punto de vista diferente…aunque los seguidores de su programa no se prodiguen mucho…

A.D.A. 1980



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