Última etapa: Alcobendas – Universidad Complutense – Aravaca – Madrid: Salimos de Alcobendas con un impresionante
despliegue policial compuesto por policía local, guardia civil y policía
nacional, además de un furgón de antidisturbios. Parece ser que todos querían
salir en la foto con los mineros. Toda la ruta de hoy ha sido por calles, no
hemos pisado por fin carretera. Al entrar en la ciudad de Madrid numerosos
vehículos nos apoyaban con gritos y haciendo sonar el claxon, la gente se iba
agolpando en las aceras para hacernos ver que estaban con nosotros, se han
atravesado grandes avenidas de Madrid. Tras atravesar Madrid nos dirigimos
hacia la Universidad Complutense donde quedamos alojados, aquí nos aseamos y
recibimos las curas por parte del cuerpo médico de la universidad. Hoy además
de estar sitiados por la policía, hemos sido asediados por la prensa, numerosas
cámaras nos han acompañado durante nuestro recorrido. Después de comer hemos
ido a encontrarnos con los compañeros de la marcha norte que se encontraban en
Aravaca. Mucha gente en la llegada nos aguardaba, los mineros de la marcha
norte nos hacen pasillo al llegar y nosotros les correspondemos con otro
pasillo de aplausos. Finalmente partimos en dirección a la ciudad
universitaria. Esta vez la columna es larguísima, compuesta por mineros y todo
tipo de personas que nos han querido acompañar. El claxon de los vehículos en
la entrada a Madrid no para de sonar. Al pasar por delante del palacio de la
Moncloa los gritos de protesta se han intensificado, no nos hemos parado allí
aunque lo hubiéramos hecho de buen grado. Un fuerte cordón de antidisturbios
protegía la entrada de la residencia del señor presidente. Les comentábamos a
los policías a nuestro paso que estaban defendiendo a los que les quitaban el
dinero de sus salarios y que se unieran con nosotros a la marcha, algunos con
sus gestos faciales estoy convencido que lo hubieran hecho. Al llegar a ciudad
universitaria hemos comido algo, descansado poco y escuchado las arengas que
nos transmitían. Ya hemos observado que tenemos a los trabajadores madrileños
de nuestro lado. Por fin se da el aviso de salida hacia Sol sobre las 22:00
para iniciar la marcha nocturna. En cuanto salimos de las rejas de la
universidad vemos que algo no va bien. No podemos avanzar, una multitud de
periodistas nos impiden seguir, los flashes son continuos y también vemos que
hay muchísima población agolpada allí aplaudiendo y vitoreando. Al final el
cuerpo de Bomberos de Madrid nos ha abierto el paso. Esto es demasiado para
nosotros, no hemos hecho más de 200 metros en 20 minutos. Al ver a lo lejos el
intercambiador de Moncloa lleno a rebosar de gente provoca que en algunos
mineros las lagrimas les afloren, es muy emocionante, es una sensación tan
especial que es difícil explicarlo con palabras. Más tarde vemos que en la Gran
Vía no cabe un alfiler, madre mía cuantos miles de madrileños están en la calle
apoyando. Han desbordado todas nuestras expectativas. La comitiva avanza poco a
poco, es imposible correr, nos da igual, si pudiéramos nos abrazaríamos con
cada una de las personas que están allí. Al llegar a la Puerta del Sol también
muchísima gente. Tras la lectura por parte de los miembros sindicales de un
comunicado y entonando el himno minero empezamos a abandonar la plaza, son más
de las 02:00 de la mañana. Una ruta de pocos kilómetros nos ha costado 4 horas
pero ha sido brutal el cariño que hemos recibido de la población. Ahora
volveremos a la ciudad universitaria a descansar que al día siguiente tenemos
manifestación.
“Apoteósico, brillante,
espectacular, inmenso, emocionante, exagerado, desbordante son algunas de las
palabras con las que podría describir lo que he vivido en el día de hoy en la
capital de España. Verdaderamente estamos representado la lucha y la protesta
de todo un país, esto no lo tengo que olvidar para cuando gente de otros
sectores nos necesite. He visto personas de toda España hoy en Madrid apoyando
nuestra lucha, personas de Tenerife, Sabadell, Sagunto, Baleares, Cataluña,
Extremadura además de personas de nuestras comunidades mineras como Aragón,
Castilla y León y Asturias. Gentes de todas las edades acompañando la marcha,
no sé si esta noche podré conciliar el sueño ya que no me puedo sacar de la
cabeza lo acontecido. Tampoco sé si toda esta movilización servirá para algo,
lo que si entiendo es que hemos despertado las conciencias de todo un país y
eso quizás sea lo más importante que se puede conseguir. Pueblo de Madrid:
jamás os olvidaré.”
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