“Hay veces que durante un instante la frontera
entre lo que imagino y lo que veo se confunde. Aquel hombre no estaba allí,
porque había estado allí mucho tiempo antes, pero no podría decir que parte de
él era real y cual imaginaria”.
Diabulus in
Musica (Espido Freire)
Roberto Benigni: Misericordia, Arezzo,
1952) Actor y director de cine italiano que alcanzó reconocimiento
internacional como director y protagonista de la película La vida es bella
(1997), ganadora de tres Oscar de la Academia de Hollywood. Pese a que para la
crítica su nombre no había pasado inadvertido, en 1997 sorprendió el
extraordinario nivel de una película que dirigió y protagonizó: La vida es
bella. La historia se inicia en 1939, en una pequeña ciudad de la Toscana
italiana, en la que Guido (que quiere hacerse librero) y su amigo el poeta
Ferruccio viven preocupados únicamente del amor y del dinero, sin reparar en el
cada vez más amenazador antisemitismo que el gobierno fascista y su alianza con
los nazis están exacerbando. Guido, que además es de origen judío, se enamora
de Dora, una maestra que está comprometida con un oficial fascista. Sin
embargo, Guido no claudica, y consigue seducirla, casarse y tener un hijo con
ella, llamado Giouse. Pasa el tiempo y la situación se agrava. Guido y el
pequeño Giouse son deportados, mientras Dora, por amor, se
"deportará" a sí misma para estar junto a ellos. En el campo de
concentración, Guido logrará ocultar a su hijo la terrible realidad
inventándose un ingenioso juego. El filme combinaba con habilidad un tierno
sentido del humor con la más absoluta de las tragedias; lo que en un principio
parece otro relato sobre el holocausto judío se convierte, sin aparatosos
golpes de efecto, en un canto a la esperanza. Benigni supo con esta modesta y
emotiva película pulsar a la perfección las fibras más sensibles del gran
público. Lo cierto es que La vida es bella es una película construida a
partir de una respetuosa adoración al maestro Charles Chaplin, y en
concreto a dos de sus películas más emblemáticas, El gran dictador
(1940), por su significado profundamente antidictatorial, y El chico
(1920), por la delicadeza con la que trata la relación con un niño. En Estados
Unidos La vida es bella se convirtió en una de las películas extranjeras
más taquilleras de toda la historia, al tiempo que se hacía con los Oscar a la
mejor película extranjera (en este aspecto, cabe destacar que el filme competía
también en la categoría de mejor película, circunstancia que se había dado
únicamente en otra ocasión en toda la historia de los premios de la Academia),
al mejor actor (para el propio Benigni) y a la mejor banda sonora de drama,
para una partitura, original de Nicola Piovani, que entroncaba con la más pura
tradición de la música italiana para el cine: sentimental, colorista,
evocadora. Como suele suceder, el éxito de ésta última película produjo una
revalorización de sus trabajos anteriores, así como un interés inusitado por lo
que rodea a su figura. En junio de 1999 la Universidad Ben Gurion de Israel le
nombró doctor honoris causa. Participó después en la superproducción
francesa Astérix y Obélix contra César, en la que encarnó al popular
Astérix, personaje de cómic ideado por Uderzo y Goscinny. Como director,
Benigni ha firmado en los últimos años Pinocho (en 2002, una exitosa
versión del famoso cuento de Carlo Collodi) y El tigre y la nieve (en
2006, un alegato contra la guerra).
Recomiendo:
Hoy quiero regalarte un cofre lleno de abrazos, para cuando te invada la melancolía lo habrás y descubras el afectuoso sentimiento que en su interior te estará aguardando…
Porque ayer has sido tú el puerto que albergo mis ilusiones, dibujando nuevos horizontes, iluminados siempre por el constante aprecio de la amistad.
Hoy como ayer
Me paseo de tu mano
Dando las gracias
Por haberte conocido.
María del Carmen
Graciasss guapisísima. Me encanta que pases por aqui. Simepre bienvenida.
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