miércoles, 7 de marzo de 2012

La laguna de Gallocanta…

Gallocanta – Foto Natura



“The saddest birds a reason find to sing.”
“Hasta las aves más tristes hayan una época de canto.”

*Robert Southwell*

Hace unos días alguien comentó sobre la laguna de Gallocanta y me vino a la mente el milagro que cada otoño acontece en ese lugar, y me trajo gratos recuerdos

En este tiempo otoñal, el cielo de Gallocanta se llena de aves que atraviesan el horizonte emigrando como cada año de los países nórdicos, zonas de cría donde pasan los meses más calurosos. Un largo viaje que les llevará hasta Extremadura, en cuyas dehesas anidan y pasan el invierno, o incluso a zonas africanas en algunos casos. La laguna esteparia de Gallocanta, la más extensa de toda España con unas 6.720 hectáreas, es el lugar elegido por miles de grullas como lugar de paso, como refugio donde encontrarán comida y descanso y algunas, pocas, decidirán quedarse en territorio aragonés. Es este un bello fenómeno conocido a nivel europeo, donde podemos observar la llegada de unos bandos y la marcha de otros, incluso en el mismo día. El amanecer y atardecer son los mejores momentos para verlos, ofreciendo un gran espectáculo, al formarse masivos bandos de aves emitiendo gritos o cicleos de los que se ayudarán para ganar altura. Pero el desarrollo de las migraciones a través de la Laguna y su entorno, dista mucho de quedarse limitado a las grullas, aunque son las más representativas. Otras aves errantes como porrones, ánades azulones, avocetas, chorlitejos patinegros, algunos flamencos y cigüeñas blancas, entre otras, pueden ser observadas. Todas ellas son especies acuáticas, por lo que su presencia depende del nivel del agua, que en los últimos años ha sido casi nulo. Este año, este lago de agua salada, ha recuperado algo de profundidad. Gallocanta es pues un paraíso para las aves, pero también para los ornitólogos de toda Europa, que confeccionan censos anualmente, para conocer los ejemplares que por aquí pasan. Este año ya han pasado por aquí cerca de 50.000 grullas, y según censos oficiales, aún quedan alrededor de 5.000, que probablemente ya no se moverán de esta zona hasta bien pasado el invierno. El griterío con el que se llena la Laguna cada otoño, vuelve a repetirse de nuevo en primavera, cuando las grullas vuelven a viajar huyendo de las altas temperaturas del verano de nuestra Península, en un paseo prenupcial hasta alcanzar sus zonas de nidificación en los países nórdicos. Y es que eso es lo suyo, un constante ir y venir en busca de mejores condiciones para encontrar alimento y reproducirse. (Artículo de CaiZaragoza)

 

2 comentarios:

  1. Ni conciertos, ni reality shows ni otros grandes eventos. Los mejores y más grandes espectáculos son, sin duda, los que nos ofrece nuestra madre naturaleza.

    Preciosa entrada.

    Un abrazo.

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  2. Es cierto, Madre Natura nos ofrece la perfección más absoluta. Sólo hay que pedirle y Ella nos da.
    Gracias por el comentario.

    Namasté.

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