sábado, 17 de marzo de 2012

Algo con substancia...budista.


Dalai Lama dijo alguna vez: El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos. La tolerancia y la paciencia son mucho más profundas y efectivas que la mera indiferencia. Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo. A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad. La bondad o la maldad de los actos la determina su fruto. El medio para hacer cambiar de opinión es el afecto, no la ira. Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás. Cuando dudo de mi existencia, me pellizco. La sabiduría es como una flecha. La mente serena es el arco que la dispara. Lo que somos se lo debemos al afecto. Los días de nuestra existencia ocurren gracias al cariño. Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.

* Namasté *


No hay comentarios:

Publicar un comentario