Un día, paseando por mi antiguo barrio madrileño (Carabanchel Bajo) me sorprendí a mi misma pegando la nariz a un cristal. De repente aparecía ante mis ojos uno de mis sueños…un escaparate lleno de broches, pendientes, collares, pulseras…lleno. Una explosión de color que me fascinó. Volví a pasar por allí unas cuantas veces hasta que me decidí a llevar un cestillo con mis broches para ver si podía dejarlos a la venta. Me agradó la acogida de su dueña, Susana, que pasó de ser clienta de esta tienda a ser la propietaria…ese cúmulo de casualidades que se van encadenando para que pasen cosas algunas veces. Susana no sólo diseña sus propias piezas, también vende toda clase de productos para que nos hagamos cosas en casa, y si no sabes pues ella te da cursos para que aprendas a diseñártelas. Además Susana se toma la molestia de recibir en su tienda a todos aquellos que deseen enseñarle sus creaciones y les da la oportunidad de exponerlas para su venta. Su establecimiento es un expositor de la gran cantidad de cosas bonitas que podemos hacer, y a la vez es un lugar de encuentro entre artesanos (artesanas sobre todo por lo que he comprobado) donde intercambiar ideas, teléfonos, direcciones de otros establecimientos, ferias…un pequeño centro cultural. Bueno, que me encanta ver tantas cosas chulas y tanto colorido.
Gracias Susana
Gracias Susana
Por cierto, os cuento que Susana está preparando cursos de:
Arcilla polimérica, Swarowski, Miyuki y Fieltro.
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