Haciendo limpieza me reencontré con un montón de dibujos que tenía por perdidos u olvidados. En una pequeña libreta descubrí una serie de dibujos a bolígrafo, de trazo rápido y apresurado. Por esas cosas de la vida, estuve trabajando una temporada como auxiliar de sala en un museo. Estar cada día inmersa en espacios llenos de obras de arte se me hizo muy tentador y no pude evitar aprovechar fugaces momentos, casi momentos clandestinos, para dibujar constantemente en cada sala por la que iba pasando. Mirarlos me trae gratos recuerdos, casi nostálgicos de tiempos - de incesante búsqueda - de buscar asideros a los que asirme…
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