Practico desde hace tiempo la meditación. Pararse a tranquilizar la mente y el cuerpo, sentir la respiración pausada, disfrutar de paz, sentir armonía son placeres o sensaciones o emociones muy gratificantes. Últimamente, y a raíz de la pandemia que nos sacude, he ido encontrando personas que nos proponen actividades de lo más variado para emplear herramientas que nos aporten recursos para salir de esta experiencia en las mejores condiciones posibles. Una de estas personas es Catalina Hoffann que cierto día de hace unos meses subió a Youtube un video con una meditación para potenciar conexiones neuronales. Me llamó la atención como un imán y me lancé a practicar esta meditación, sin muchas expectativas y por probar algo diferente. Me encantó la forma en que esta mujer realiza el acompañamiento mientras dura la meditación y después su explicación. Y lo más fascinante para mi fue que desde la primera vez que realicé esta meditación, mi mente comenzó a mostrarme imágenes increíbles que con todo detalle he empezado a plasmar en soporte real. Me parece un milagro que se haya activado de forma tan precisa esa parte de mi cerebro que siempre está abierto a recibir la inspiración que me permita expresarme. Aquí os muestro la primera obra que ha nacido de esta colaboración entre terapeuta y creativo, que surgió en la segunda vez que practiqué la meditación neuronal. Gracias a todas las personas que nos están ayudando a seguir a flote…
A.D.A. 2021 |
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