CARRETERA
AL POZO NICOLASA: Como el guardián de un faro, vigilo el mar de asfalto que os
sube y os baja, del negro fondo a la orilla del día... Me acuesto con las luces
de los coches rebotando en las paredes de mi cuarto. Baile de luces que suben y
bajan, como marea nocturna. Nunca bajo la persiana, me gusta sentir que los
barcos vuelven a casa. Duermo cuando
todo queda en calma y despierto a cada golpe de mar contra las paredes de mi
casa. Las noches son largas, el sueño ligero y mi último pensamiento, un
inconfesable rezo ateo. Que no pase nada, aleja las tormentas, las resacas...
aleja los accidentes, las marejadas...Me despierto con los primeros rumores del agua, mareas de coches que suben,
mineros que de faenar acaban...
Mar traicionera. Mina ingrata. Mar de colores infinitos, de
redes y de cañas, Mina de castilletes al viento, de sueños, de lucha...de
esperanza. Raquel Arce Muyer del Carbón…
A.D.A. 2015 |
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