miércoles, 26 de febrero de 2014

Diario de una hazaña 5…

Cuaderno de Bitácora V…Quinta etapa: Cosa-Monreal del Campo  26/6/2012:

Salimos en ruta a las 7:30 horas. Nada más empezar subimos Puerto Bañón coronándolo más tarde a 1258 m. de altitud. En la ruta de hoy no hay ninguna población entre Cosa y Monreal del Campo por lo que ha sido algo más pesada que en días anteriores. La anécdota del día ha llegado al final del puerto donde nos encontramos con un rebaño de ovejas al pie de la carretera y al vernos llegar se han espantado y han salido huyendo unas hacia la carretera donde se han vivido momentos de tensión por el tráfico, afortunadamente unos mineros han hecho de pastores improvisados y han conseguido que las ovejas volvieran con el pastor. Tras el largo descenso del puerto encaramos una larguísima recta de alrededor de 7 km. Sin sombra por ningún lado que terminaba en la primera parada en el restaurante “176” donde hemos repuesto fuerzas para encarar el final de la etapa de hoy. El calor de hoy se ha hecho asfixiante por momentos pero gracias al personal de intendencia nos hemos hidratado varias veces durante la ruta. Finalmente llegamos a Monreal del Campo donde nos reciben las autoridades locales y varios diputados. Nos alojamos en el pabellón polideportivo por deferencia del ayuntamiento y también nos ofrecen pases para disfrutar de las piscinas. Ahora vienen dos etapas cortas y esperemos que los que van más apurados recuperen fuerzas para encarar el tramo final.
”Hoy no ha habido demasiada gente esperando nuestra llegada, sabemos que no estamos en comarcas mineras pero lo que sí que nos damos cuenta es que la mayor parte de los vehículos que nos encontramos siguen haciendo sonar el claxon, también conocemos a través de los medios de comunicación que nuestra lucha continua en primera plana. Personalmente hoy no me han dolido tanto los pies, el trabajo de Rafa es sencillamente espectacular. Gracias a la intendencia que me hizo llegar a Cosa una tienda de campaña puedo dormir ya que mi sueño es muy ligero y los ronquidos de los compañeros no me dejaban dormir, físicamente me encuentro mucho mejor.”


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