lunes, 19 de enero de 2015

2012…Recuerdos…Sobre Remine y Derrotas...

Derrota…Derrota es una palabra amarga, áspera, difícil de tragar y más difícil de digerir. He convivido con ella siempre y ahora he conseguido hacerle un hueco en mi vida, pues he aprendido que vivir una derrota significa que previamente he luchado…Ver la película REMINE “El último movimiento obrero” ha tocado mi línea de flotación desde el momento en que veo aparecer a mi hermanina Eva Tineo con sus compañeras, entre las que descubro unas cuantas caras conocidas. Siento a estas mujeres…de Asturias, León, Aragón…o de donde sean, como compañeras y hermanas a pesar de distancias, diferencias culturales, edad…Me ha costado desprenderme de tanta emoción después de ver la peli porque me ha llegado al alma, quizás porque llevo muchas batallas y muchas derrotas; quizás porque me encuentro en pleno fragor de un nuevo combate…que se me está antojando duro e injusto…Y aunque termine en otra derrota seguiré en pie por mí misma, por mi gente (incluida mi familia minera) y por todos los que se están cayendo por el camino derrotados sin resuello…También querría pedir que nadie se sienta excluido, nadie que lleve sangre minera se ha quedado fuera, aunque no se vean todas las caras, ni todas las banderas…Los de Madrid, de Toledo, de Ávila, de Guadalajara nos sentimos parte también de la filmación porque estuvimos allí, detrás del “escenario” como utileros. Algunos incluso nos permitimos algún pequeñito lujo como coger un tren, y bajar a Madrid para acompañar a todos aquellos mineros y sus familias un soleado día de julio…para que sintieran el valor de su esfuerzo en nuestros aplausos, y nuestra pobre entonación del Santa Bárbara que entonces no nos sabíamos aún…pero que entonábamos con entusiasmo…Las derrotas se pasan y hay que alimentarse de compañerismo y solidaridad para volver a formar la “legión romana” tod@s junt@s que es nuestra fuerza…¡Alienda y sin Reblar!...Gracias familia… Gracias Remine…A.d.A.

Gracias a Mamen y Miguel, que me acompañaron al cine y después me acompañaron en la pena...

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