sábado, 4 de mayo de 2013

Cuando el Alzheimer entra por la ventana…

Se llama Eva y es reincidente por aquí. Anda ya por casi 300 visitas que se han interesado en escuchar la voz de esta mujer asturiana de las cuencas mineras…
Eva y su gente se enfrentan a un futuro más que incierto, pero además, Eva se encara todos los días a un presente áspero que se le atraganta constantemente. Pero ella, aunque se caiga a ratos, se levanta como un torrente y lo impregna todo de energía. Se deja las penas en el perchero, agarra su pancarta y su megáfono y vuelve a pelear. Para ti este poema Eva…¡Muchas Gracias!
Miguel Hernández, “El Rayo que no cesa”
Pág. 47, Poema 10.
Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas…
Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes redondas,
pobres, tristes y morenas…
Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no tu voz, el norte que pretendo…
Eludiendo por eso  el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena SONRIENDO

Otro sollozo contenido en la garganta y otra vez que cierro la puerta del baño y me dedico a llorar en 5 minutos lo que llevo aguantando semanas. Otro paso desandado……hoy por primera vez tuvimos que tomar la decisión de atarlo al sofá, y aguantar su mirada que es en sí una pregunta; antes ya tomamos la de poner pañal y antes la de cerrar la puerta y esconder la llave y así en una carrera marcha atrás que nos llevara  a una meta que nunca quisiéramos atravesar. Mi padre tiene Alzheimer con Parkinson asociado, ¡qué pena! pensaran algunos, tiene que ser duro dirán otros…y yo digo que nadie que no lo viva día a día sabe hasta qué punto una enfermedad abate a una familia. Mi madre murió hace poco más de un año después de luchar contra un cáncer, fue muy duro porque los últimos meses  se fue rompiendo toda la fe y la esperanza, pero  no miento si digo que esto está en un plano superior en cuanto al dolor que causa, a quien rodea al enfermo de Alzheimer. Cada día es una guerra en la que todos resultamos heridos, al principio respiras hondo e intentas comprenderlo, sabes que no es él, que no quiere hacer lo que hace pero llega un momento en que ya no puedes o no quieres comprender nada, simplemente quieres que esto se acabe; al minuto te das cuenta de lo que has pensado y ahí llega la culpa, que encima te persigue en los pequeños descansos entre  una locura y la siguiente. Quieres no gritar, no reñir, tranquilizarte….a la vez que no posas la fregona, pero ya es la décima vez que quita el pañal y te la arma encima de la mesa de la cocina, encima del sofá, en la cama de la cría…….y ya sientes que no puedes más, que no es tu padre que es el enemigo, que él no tiene la culpa pero tu tampoco. Y llega la noche y lo acuestas después de la superdosis de pastillas para poder dormir unas horas seguidas, descubres que no tienes sueño y que no puedes dormir porque tu conciencia  te hace un repaso exhaustivo de cada reproche que le has hecho, de ese grito que le diste, de esas veces que pasaste de contestarle por decimonovena vez a la misma pregunta, y cierras los ojos y ves los suyos  clavados en ti,…..y sabes que lo primero que harás a la mañana siguiente es  volver a respirar y contar hasta 10 porque ya sabes lo que te vas a encontrar, empezarás el día como todos….o quizás peor. Tus hijos y tu marido te dicen que estas insoportable, que no hay quien hable contigo que últimamente  no eres tú, que tienes que intentar serenarte por el bien de todos….como si tú pensaras en otra cosa que no fuera el bien de todos, y así  sigues tragando saliva, gritándote a veces para fuera y a veces para dentro, y en el fondo deseando que no vaya a más y se quede como está, que te conformas, que no vas a protestar por no tener un solo día de descanso  pero que se quede contigo porque debajo de esa sinrazón esta mi padre…
Y aún fue capaz de preguntarme si me parecía apropiado este video. Pues claro que sí guapa, porque tú lo vales. Por cierto desde aquí y para Eva, su madre, mamá, Abu, Isabel y Maite (mis madres adoptivas de Zaragoza y Múnich) y todas LAS MADRES del mundo mundial… ¡FELICIDADES!



2 comentarios:



  1. Cuando el alzheimer entra por la ventana, la vida se va por la puerta grande...dejando solamente recuerdos a quein han estado del lado del protagonista...

    Un abrazo de buenas tardes preciosa y gracias por estar!!

    Atte.
    María Del Carmen


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    1. Hoola ¡Felicidades de nuevo! Gracias por tus palabras, siempre agradables...Abrazos de Luz.

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